Tras morir por una enfermedad a la edad de 39 años, a Machio Hiraku se le da la oportunidad de ir a otro mundo. Cuando Dios le pregunta cuál es su deseo con la intención de darle fuerza, pide tener un cuerpo sano, le ofrecen un segundo deseo, elige vivir en paz, un tercer deseo, poder conocer el idioma local, y como último deseo, poder ser agricultor.